Nils Kastberg e Familia
Por los años 1920/21 llegaron al país algunos misioneros enviados por iglesias de Suecia, los que primero se dirigieron a Embarcación, donde ya un misionero noruego estaba desarrollando un trabajo entre los indígenas, aquellos misioneros, cuyos nombres fueron Axel Severín, Gustavo Fluod, Albino Gusttaffson, cristian Nielson, los que luego siguieron a Bolivia, otros quedaron en Embarcación.
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El misionero Axel Severin, regresó a Buenos Aires, relacionándose con una familia portuguesa, ya creyentes, venidos de Brasil, comenzando en su casa, en el pasaje Maitén, a media cuadra de la calle Riglos, a tener reuniones de oración, y el día 26 de febrero de 1922, ya en un local de la calle Riglos 747, 14 personas incluidos el misionero celebraran el primer culto de la Asamblea de Dios en la ciudad de Buenos Aires, cabe destacar que entre esas catorce personas había siete diferentes nacionalidades, lo que prueba la universalidad del evangelio.
Posteriormente, en 1925 arribaba procedente del reino de Suecia, el misionero Gunnar Svuensson con su esposa e hijos; de este misionero son los datos de esta reseña, que el dio en una reunión de jóvenes el día 30 de Abril de 1947, de paso por Buenos Aires en lo que fue su último viaje a Suecia; este fue el misionero que reemplazó al hno. Severin, quien regresa a su país a los 30 días siguientes, ya para entonces la iglesia contaba con unos cuarenta miembros y un local de reuniones en calle Sarmiento y Río de Janeiro, lugar que alquilaron después de ser rechazados en otros lugares por considerarlos gente rara, que se reunían los domingos por la tarde para cantar y orar, perturbando el descanso (siesta) de los vecinos.
El misionero Svuensson tenía un diccionario sueco/español y con el trataba de conocer el idioma; la palabra que escuchó muchas veces era "non capisco" (no entiendo), dicho por los feriantes que en su mayoría no sabían leer: italianos y españoles inmigrantes que por aquellos años comerciaban en las llamadas ferias francas los productos necesarios para la alimentación. El decía muchas que muchas veces soportó las risas de quienes no entendían su idioma. El con su esposa (hna. Beda) y sus hijos Samuel y Marta oraban por una casa de oración propia, esa oración fue motivo de preocupación de los dueños de la casa que alquilaban, don Juan y Gala Pondeulaa, tanto que un día doña Gala dijo a su esposo: "me parece que el inquilino (el misionero Svuensson) es malo con su familia, porque por arriba del tapial les escucho llorar y hablar palabras fuertes que no entiendo. Esto siguió así por un tiempo, pero un día doña Gala esperó a su esposo Juan con una novedad: esa gente no hacía otra cosa que llorar y rezar a Dios y en los rezos los nombraban a ellos, para que Dios los bendijera y ayudara; en conclusión, mala gente no podía ser. Luego Gala rindió su vida a Cristo y un poco más tarde, su esposo Juan.
Una mañana ese matrimonio llamó a la puerta de los misioneros diciéndoles que ellos sentían de dar un pedazo de su terreno para la iglesia. Un poco más tarde mediante un préstamo hipotecario que tomaron sobre su propiedad comenzó la construcción del templo en calle Concordia 1592, Buenos Aires, que se inauguró el día 1 de Mayo de 1927; un tiempo atrás de esa fecha el misionero Svuensson visitó el entonces territorio de Misiones, donde en un lugar llamado "Yerbal Viejo", hoy ciudad de Oberá, había ua colonia de inmigrantes suecos, allí les predicó el evangelio y bautizó a algunos.
En el año 1927 llegó al país el misionero Sture Andersson con su familia, desde Misiones él comienza un trabajo de evangelización por toda esta provincia, Formosa y otros lugares del país, relatado en el libro "Don Sture". Por su parte el hno. Gustaffsson comienza un trabajo misionero en la ciudad y Pcia. de Córdoba; además ya otros misioneros llegados de Noruega, Dinamarca, Suecia, se establecían en distintos lugares del país, entre ellos el hno. Carlos Frediksson, el que luego de trabajar unos años en Bolivia, en el año 1928 vino a Buenos Aires ayudando en la obra que continuaba en crecimiento. Este mismo misionero también inició un trabajo en la ciudad de Rosario , regresando luego de un tiempo para reemplazar a misionero Svuensson, quien viajó con su familia a suecia en viaje de descanso. Posteriormente el misionero Gustavsson viaja a Chile y el misionero Friediksson le reemplaza en la iglesia de Córdoba.
En 1938 arriba a Buenos Aires el misionero Otto Nelson con su familia, reemplazando al misionero Svuensson, quien inicia un trabajo en el Paraguay.
En 1943 asume el pastorado de la entonces "Iglesia de Floresta", calle concordia 1952, el misionero Nils Abaraham Kastberg, quien desarrolló una intensa obra evangelística, tanto en Buenos Aires como en el interior del país, lo que dio lugar a un crecimiento extraordinario y motivó a construir un nuevo templo, ahora en Av. Juan Bautista Alberdi 2260, es decir en el centro geográfico de la Capital.
En 1947 llega de Suecia el misionero Nils Eric Frsberg, quien también trabaja en la Iglesia y reemplaza como pastor al misionero Kastberg, quien viajó con su familia a Suecia a descansar. El misionero Forsberg fue de gran ayuda también para la formación musical del coro, quien después comenzó un trabajo en la ciudad de Río Cuarto, Pcia. de Córdoba. También su hermano, el misionero Guosta Forsberg, llegado de Suecia, queda un tiempo en Buenos Aires, iniciando más tarde un trabajo en la ciudad de Bahía Blanca. Todos estos siervos fundaron obras, instruyeron obreros y luego sin esperar premios u honores entregaron esas obras a los argentinos, continuando ellos en lugares donde el Espíritu Santo les guiaba. Imposible acordarse de todos, pero entre ellos recordamos a Sigur Erisson, Peer Oloff, Gunnard, Axell, Oloff Gustasson; de todos ellos, suecos, noruegos y dinamarqueses quedan iglesias establecidas a lo largo y ancho del país, con centenares de obreros, millares y millares de miembros, y por supuesto, los hermanos nativos continuando en la misma senda, siguen sumando almas para el Reino de Dios.
En 1958, luego de quince años de servicio, el misionero Nils A. Kastberg entrega el pastorado de la ya iglesia de Flores al hno. Pascual Crudo, primer pastor argentino de la "Asociación Evangélica Asamblea de Dios".
Por todo lo expresado, reconociendo el esfuerzo de todos los misioneros y el desinterés de cargos y honores, levantando obras y dejándonos a los nativos de esta tierra la responsabilidad de continuarlas, grabemos en nuestros corazones las palabras con las que comienza esta reseña: "el trabajo en el Señor no es en vano". Amén."
Créditos
http://www.asambleadedios.org.ar/inicio.htm
Campo da AD Argentina
http://www.asambleadedios.org.ar/filiales.htm
"... el trabajo en el Señor no es en vano. I Cor. 15:58b
Por los años 1920/21 llegaron al país algunos misioneros enviados por iglesias de Suecia, los que primero se dirigieron a Embarcación, donde ya un misionero noruego estaba desarrollando un trabajo entre los indígenas, aquellos misioneros, cuyos nombres fueron Axel Severín, Gustavo Fluod, Albino Gusttaffson, cristian Nielson, los que luego siguieron a Bolivia, otros quedaron en Embarcación.
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El misionero Axel Severin, regresó a Buenos Aires, relacionándose con una familia portuguesa, ya creyentes, venidos de Brasil, comenzando en su casa, en el pasaje Maitén, a media cuadra de la calle Riglos, a tener reuniones de oración, y el día 26 de febrero de 1922, ya en un local de la calle Riglos 747, 14 personas incluidos el misionero celebraran el primer culto de la Asamblea de Dios en la ciudad de Buenos Aires, cabe destacar que entre esas catorce personas había siete diferentes nacionalidades, lo que prueba la universalidad del evangelio.
Posteriormente, en 1925 arribaba procedente del reino de Suecia, el misionero Gunnar Svuensson con su esposa e hijos; de este misionero son los datos de esta reseña, que el dio en una reunión de jóvenes el día 30 de Abril de 1947, de paso por Buenos Aires en lo que fue su último viaje a Suecia; este fue el misionero que reemplazó al hno. Severin, quien regresa a su país a los 30 días siguientes, ya para entonces la iglesia contaba con unos cuarenta miembros y un local de reuniones en calle Sarmiento y Río de Janeiro, lugar que alquilaron después de ser rechazados en otros lugares por considerarlos gente rara, que se reunían los domingos por la tarde para cantar y orar, perturbando el descanso (siesta) de los vecinos.
El misionero Svuensson tenía un diccionario sueco/español y con el trataba de conocer el idioma; la palabra que escuchó muchas veces era "non capisco" (no entiendo), dicho por los feriantes que en su mayoría no sabían leer: italianos y españoles inmigrantes que por aquellos años comerciaban en las llamadas ferias francas los productos necesarios para la alimentación. El decía muchas que muchas veces soportó las risas de quienes no entendían su idioma. El con su esposa (hna. Beda) y sus hijos Samuel y Marta oraban por una casa de oración propia, esa oración fue motivo de preocupación de los dueños de la casa que alquilaban, don Juan y Gala Pondeulaa, tanto que un día doña Gala dijo a su esposo: "me parece que el inquilino (el misionero Svuensson) es malo con su familia, porque por arriba del tapial les escucho llorar y hablar palabras fuertes que no entiendo. Esto siguió así por un tiempo, pero un día doña Gala esperó a su esposo Juan con una novedad: esa gente no hacía otra cosa que llorar y rezar a Dios y en los rezos los nombraban a ellos, para que Dios los bendijera y ayudara; en conclusión, mala gente no podía ser. Luego Gala rindió su vida a Cristo y un poco más tarde, su esposo Juan.
Una mañana ese matrimonio llamó a la puerta de los misioneros diciéndoles que ellos sentían de dar un pedazo de su terreno para la iglesia. Un poco más tarde mediante un préstamo hipotecario que tomaron sobre su propiedad comenzó la construcción del templo en calle Concordia 1592, Buenos Aires, que se inauguró el día 1 de Mayo de 1927; un tiempo atrás de esa fecha el misionero Svuensson visitó el entonces territorio de Misiones, donde en un lugar llamado "Yerbal Viejo", hoy ciudad de Oberá, había ua colonia de inmigrantes suecos, allí les predicó el evangelio y bautizó a algunos.
En el año 1927 llegó al país el misionero Sture Andersson con su familia, desde Misiones él comienza un trabajo de evangelización por toda esta provincia, Formosa y otros lugares del país, relatado en el libro "Don Sture". Por su parte el hno. Gustaffsson comienza un trabajo misionero en la ciudad y Pcia. de Córdoba; además ya otros misioneros llegados de Noruega, Dinamarca, Suecia, se establecían en distintos lugares del país, entre ellos el hno. Carlos Frediksson, el que luego de trabajar unos años en Bolivia, en el año 1928 vino a Buenos Aires ayudando en la obra que continuaba en crecimiento. Este mismo misionero también inició un trabajo en la ciudad de Rosario , regresando luego de un tiempo para reemplazar a misionero Svuensson, quien viajó con su familia a suecia en viaje de descanso. Posteriormente el misionero Gustavsson viaja a Chile y el misionero Friediksson le reemplaza en la iglesia de Córdoba.
En 1938 arriba a Buenos Aires el misionero Otto Nelson con su familia, reemplazando al misionero Svuensson, quien inicia un trabajo en el Paraguay.
En 1943 asume el pastorado de la entonces "Iglesia de Floresta", calle concordia 1952, el misionero Nils Abaraham Kastberg, quien desarrolló una intensa obra evangelística, tanto en Buenos Aires como en el interior del país, lo que dio lugar a un crecimiento extraordinario y motivó a construir un nuevo templo, ahora en Av. Juan Bautista Alberdi 2260, es decir en el centro geográfico de la Capital.
En 1947 llega de Suecia el misionero Nils Eric Frsberg, quien también trabaja en la Iglesia y reemplaza como pastor al misionero Kastberg, quien viajó con su familia a Suecia a descansar. El misionero Forsberg fue de gran ayuda también para la formación musical del coro, quien después comenzó un trabajo en la ciudad de Río Cuarto, Pcia. de Córdoba. También su hermano, el misionero Guosta Forsberg, llegado de Suecia, queda un tiempo en Buenos Aires, iniciando más tarde un trabajo en la ciudad de Bahía Blanca. Todos estos siervos fundaron obras, instruyeron obreros y luego sin esperar premios u honores entregaron esas obras a los argentinos, continuando ellos en lugares donde el Espíritu Santo les guiaba. Imposible acordarse de todos, pero entre ellos recordamos a Sigur Erisson, Peer Oloff, Gunnard, Axell, Oloff Gustasson; de todos ellos, suecos, noruegos y dinamarqueses quedan iglesias establecidas a lo largo y ancho del país, con centenares de obreros, millares y millares de miembros, y por supuesto, los hermanos nativos continuando en la misma senda, siguen sumando almas para el Reino de Dios.
En 1958, luego de quince años de servicio, el misionero Nils A. Kastberg entrega el pastorado de la ya iglesia de Flores al hno. Pascual Crudo, primer pastor argentino de la "Asociación Evangélica Asamblea de Dios".
Por todo lo expresado, reconociendo el esfuerzo de todos los misioneros y el desinterés de cargos y honores, levantando obras y dejándonos a los nativos de esta tierra la responsabilidad de continuarlas, grabemos en nuestros corazones las palabras con las que comienza esta reseña: "el trabajo en el Señor no es en vano". Amén."
Créditos
http://www.asambleadedios.org.ar/inicio.htm
Campo da AD Argentina
http://www.asambleadedios.org.ar/filiales.htm
cruzue@gmail.com
5 comentarios:
dios bendiga a cada hijo e hija de dios que dia y noche solo sueñan con mejorar la obra que dios les encomendo los bendigo marcelo fabian avalos
Al la por 1930 mi abuela salvó su vida milagrosame luego que no abuelo, un ateo jovencito padre de 2niños pequeños, quien cuidando de su joven esposa internada en el hospital Durán y con mal pronóstico, se le acercarán 2 misioneras quienes le dejaron una Biblia RV 1905 y le la promesa de que Dios cumple sus peticiones a los que le aman, mi abuelo dijo que si El existía, que sabe a su esposa moribunda... Y mi abuela murió a los 90!!!
Espero se puedan contactar con Rio Tercero qur en este año cumplimos 90 años de obra continua en Cba.
Espero se contacten con Rio Tercero, Cba, por sus 90 años. Hnos. Gustavson y Andresen
Gracias a Dios. Por los 100 años en Argentina. Yo cuando era niño conocí a los hnos Juan y Gala.
Vuestro trabajo en el Señor no es en vano
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